Ángela Becerra
- El español aumenta con fuerza su presencia en el mundo.
- La escritora colombiana Ángela Becerra vive en Barcelona. Desde allí habló para Generación.
¿Qué le significa el español como escritora, como miembro de esta gran comunidad de hispanohablantes?
"El lenguaje es la gran herramienta del cerebro para lograr el entendimiento. Este es su mayor poder, porque sólo a través del entendimiento las personas y los pueblos tienen la posibilidad de escalar la paz, que es la base del progreso y del bienestar. Como escritora cuento con la fortuna de tener una lengua materna de una riqueza extraordinaria. Adjetivos, sustantivos y verbos, sinónimos y antónimos que ofrecen una gama de matices de las cuales muchos otros idiomas carecen. No podemos desperdiciar una lengua que hablamos más de 400 millones de personas en el mundo. El español tiene que servir de puente de entendimiento y acercamiento al bienestar global".
¿Cuáles son los retos del español, como la lengua viva que es?
"Pienso que uno de los grandes retos de nuestro idioma es redescubrir su tonalidad, su maravillosa vitalidad y fuerza. En la medida en que sea el soporte de la comunicación más contagiosa y actual, como es hoy el caso de la música y el cine, el español sube en su escala de protagonismo e interés mundial. Si quiere algún ejemplo, cuando una maravillosa colombiana llamada Shakira va entonando por todo el mundo algo aparentemente tan ingenuo como "¡En Barranquilla se baila así!" y consigue que millones de personas que hablan distintos idiomas lo vayan repitiendo, está abriendo rendijas de vitalidad y modernidad para el español. No digamos nada de cuando nuestro Juanes consigue poner en pie y hacer bailar a todo el Parlamento Europeo su "camisa negra". Lo mismo está ocurriendo actualmente con las películas en versión original del español Almodóvar, del mexicano González Iñárritu, y del empuje y la vitalidad de tantos y tantos artistas cuya base idiomática es el español. Vital es el mestizaje de ideas y pensamientos nuevos que pueden navegar en el océano infinito que nos ofrece Internet. El español debe mantener su propia idiosincrasia y, además, ir ocupando un espacio en el lenguaje científico y tecnológico que en estos momentos es escaso".
¿Por qué pensarlo, analizarlo, indagarlo, desde este tipo de reuniones de académicos y escritores?
"Porque una cosa es tener, y otra muy superior es valorar y estimar. Este congreso para mí significa eso, una manifestación de reconocimiento y una declaración de amor hacia algo tan determinante en nuestra vida como es nuestro gran idioma, que une a tantos países y a tantas gentes. El eco de estos esfuerzos tiene que servir para que muchos hispano-parlantes lo valoren y se convenzan de que en su lengua tienen una herramienta útil para construir un futuro".
¿Cómo lograr que las conversaciones de los académicos trasciendan al común de las personas?
"Convirtiendo el papel en vida, la tipografía en latidos, la lectura silenciosa en palabras enunciadas. La intelectualidad no debe estar reñida a la cercanía. En la medida en que los escritores y académicos sean vistos como seres humanos asequibles, con sus ilusiones, sus retos y sus preocupaciones, exactamente como le ocurre a todos, porque los escritores y académicos forman parte del mundo, la literatura no parará de crecer. El HAY Festival que hace un año viví en directo en Cartagena, el pueblo manifestando sus ideas, dialogando de tu a tu con los escritores, creo que es un magnifico ejemplo a proseguir e incrementar".