Escribir es como un amante con el que te levantas y sabes que vivirás otras vidas

Os dejo una entrevista de marzo de 2005 que le hicieron a Ángela tras el premio Azorin. Julio Monje.


En un año y medio, las tristezas y quizás más lágrimas de las que quería al robarle el ordenador en el que tenía más de la mitad de El penúltimo sueño, ayudaron a Ángela Becerra a escribir más y más hondo una novela que ya es Premio Azorín y que describe como un hermoso camino del amor. La publicista colombiana que pasó a la literatura ensalza lo más positivo y mágico de su país, define como placentera la escritura y afirma que es como un amante que le permite vivir otras vidas.



«En Colombia hay inseguridad y violencia, pero también hay magia, calor, cariño y efusividad»


-Este ha sido su primer premio en España, y tras concederlo comentó que habría que retocar y pulir la novela.

-Es el primero en España, pero el año pasado gané en Chicago otro con Los amores negados. Lo cierto es que El penúltimo sueño la escribí en un tiempo límite, la mandé recién acabada y sin pulir, pero ahora ya está puesta a punto. En cierta forma estaba en bruto.

- ¿Cómo llegó al Premio Azorín?

- Lo leí por internet y como tenía la novelas la inscribí sin ningún tipo de ilusión.

-Pero si alguien se presenta a un concurso siempre se tiene alguna esperanza.

- Sí, pero yo trato de no generar demasiadas expectativas, porque si son grandes, también lo son las decepciones, y de esta forma ha sido una sorpresa muy bonita.

-La elaboración de ‘El penúltimo sueño’ ha tenido más de un accidente y dificultades.

- Siempre he creído en la novela y por todo lo que pasó merecía salir. Me robaron el ordenador y perdí gran parte del libro. Decidí entonces sacarla de otra manera. Soy muy tenaz, es lo bueno que tengo.

-Ha pasado del mundo de la publicidad a la literatura. ¿Cómo se produjo ese traspaso?

- Trabajé veinte años en publicidad y había que sacar campañas. Entonces no valía decir que no existía inspiración. Por eso me habitué a crear a pesar de todo. De esa forma apliqué mi método de trabajo. La idea de la creatividad la aplicaba a los productos, y ahora es para mi libertad. Además, está muy bien haber aprendido a sintetizar.

- Pero parecen mundos contrapuestos

- Escribir era una asignatura pendiente. Uno en la vida va quemando etapas, a los 20 a los 30, y cuando llegas a un nivel cambias. Aquí es más de lo mismo. Escribir es un ejercicio muy placentero.

- Y además, que otras sensaciones encuentra a la hora de escribir?

- Escribir también es como un amante que te ha salido, levantarte y saber que vas a vivir otras vidas, historias de amor.

- ¿ Cuáles son sus métodos ante el papel o el ordenador?

- Cuando voy a escribir creo el armazón y luego lo engordo. Sé como empieza, transcurre y acaba. Algunos personajes cogen fuerza, como aquí con los secundarios, y los dejo salir.

- ¿Qué opina del escritor alicantino que da nombre al galardón?

- Me leí la trilogía de La Buena Voluntad, y pienso que Azorín es un preciosista de la palabra. logrando pulirla al máximo y llegando a una síntesis de mucha perfección.

- ¿Cuáles son sus referentes entre los escritores?

- Me gusta hacer monográficos de autores. Para mí Gabriel García Márquez es un referente, como los son los rusos, Tolstoi, Chejov así como Virginia Wolfe.

- ¿Y cómo afecta su vida en Colombia a su escritura?

-Las personas que hemos vivido la Colombia bonita, no la que tiene tanta fama aquí, de pequeños hemos vivido los cuentos mágicos que te llegabas a creer. Colombia ha vivido en ese estado de magia y realidad. De pequeña una chica me cuidaba y nos sentábamos a escuchar sus cuentos de terror. Forma parte del imaginario del escritor.

- Y respecto a esa mala fama. ¿Cómo contrarresta y defiende a su país?

- Solamente se habla de narcotráfico, inseguridad y violencia, pero algo tiene el país que hace que la gente ría y quiera vivir allí. Es la magia, el calor, el cariño, la efusividad, las añoranzas. Todo eso sale en mis libros.

-¿Ha pensado escribir algo sobre esta temática social?

- Ya hay suficientes escritores que se dedican a explorar los caminos sociales. La realidad colombiana es dura, la gente merece poder soñar y creer que la vida puede ser mejor.


Un sueño inacabado


S. B. / ALICANTE

Ángela Becerra quiso escribir en El penúltimo sueño una historia «en donde las emociones estuvieran a flor de piel», en la que el lector «viaje por su imaginario». Asegura la escritora colombiana que la magia «puede darse en este tipo de situaciones, aunque no sea real lo que siente por dentro, crecen vientos huracanados y ven cosas suspendidas en el escenario por donde discurre la historia». Por eso se acerca al realismo imaginario en esta novela que también habla de «la Barcelona golpeada por la guerra civil», del regreso a Colombia y a la «vida convulsa». Es para ella «un sueño inacabado y dilatado en la existencia». Ella se ha puesto en la piel de dos personas ancianas que pueden sentir el amor, que trasciendan sus sentimientos con la ilusión que se tiene a los 16 años. «El amor puede traspasar estas cosas y puede estar muy limpio. En el penúltimo sueño hay amor, sensualidad, espiritualidad y también erotismo, en una mezcla de situaciones y sensaciones que se desarrollan en dos continentes.
Clickeando sobre la imagen del reloj podrás ver un fabuloso video publicitario de Festina en el que se narra un poema de Ángela Becerra. Sin duda este video consigue emocionar al espectador. Que bonitos versos, Ángela. Julio Monje.

Ángela en el diario ADN

Ángela en el diario ADN
Semanalmente podemos leer las fantásticas columnas de Ángela en este diario de más de un millón de ejemplares.

Ángela Becerra

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